El proyecto de ley Foodtech propone etiquetar como "alimento simulado" a productos vegetales que imiten a los de origen animal. Esta iniciativa, que busca establecer un estatuto de libre competencia entre ambos tipos de alimentos, parece crear más confusión que transparencia.
Mientras Europa ya resolvió que los productos de origen vegetal sí pueden usar términos como "hamburguesa”, siempre que indiquen claramente su composición, en Chile se pretende imponer un etiquetado adicional innecesario. En Chile, los alimentos por ley deben incluir en su envase sus ingredientes. ¿Acaso no es suficientemente clara la diferencia entre una "hamburguesa de vacuno" y una "hamburguesa de lentejas"?
El proyecto ignora prioridades reales como la huella ecológica de los alimentos, desconociendo evidencia científica sobre el impacto ambiental de la ganadería y la agricultura. Tampoco aborda en forma integral la industria Foodtech, que incluye tecnologías como la impresión de alimentos o su producción con células animales.
Con el aumento de la población y la crisis climática presionando los sistemas agroalimentarios, deberíamos enfocarnos en potenciar empresas que produzcan alimentos sustentables de baja huella ecológica, donde el desarrollo económico y la protección ambiental sean aliados.
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